Unas 50 clínicas de la extinta República Democrática Alemana (RDA) utilizaron como cobayas a unos 50.000 ciudadanos, que participaron sin su autorización en experimentos humanos para grandes consorcios farmacéuticos occidentales, reportó EFE.
Según informa el semanario Der Spiegel, el régimen comunista usó a esas cobayas humanas para estudios relacionados con unos 600 medicamentos por encargo de los laboratorios, desde fármacos para enfermedades cardíacas a quimioterapia.