Reinaldo Arenas dedicó uno de sus mejores libros Arturo, la estrella más brillante (Montesinos, Barcelona, 1984) con un escueto: "A Nelson, en el aire". Esa enigmática dedicatoria, aclarada en una nota al final del libro, significaba que dedicaba el libro a su amigo y colega de escritura Nelson Rodríguez Leyva.
Los dos amigos nacieron en 1943 y en provincia o "tierra adentro". Ambos habaneros de adopción, apoyaron entusiasmados, como otros tantos miles de jóvenes, los primeros años del proceso revolucionario desatado en la Isla.