Las políticas que se aplican para enfrentar la crisis 'no parecen dar resultados ni lidiar con las causas de los problemas', dice el canciller cubano en la Cumbre de Cádiz.
El estado de bienestar, del que se enorgullecía Europa, "parece en peligro de extinción" y la supervivencia del euro, "que fue motivo de esperanza, está amenazada", dijo este sábado el canciller cubano, Bruno Rodríguez en la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, reporta EFE.
La comunidad iberoamericana, dijo, vive una época muy distinta de la de 1991, cuando la ciudad mexicana de Guadalajara acogió la primera cumbre de jefes de estado y de gobierno de América Latina, España, Portugal y Andorra.
En ese sentido, señaló la crisis europea y el temor al contagio en América Latina y Cuba.
"En medio de los embates de una crisis económica global, cuya solución no se vislumbra, las políticas que se aplican en Europa no parecen dar resultados ni lidiar con las causas de los problemas", afirmó.
En su crítica a Europa, Rodríguez sostuvo que el sistema de integración está atrapado "en dilemas profundos" y que sus sistemas políticos, que alguna vez "fueron impuestos como modelo, han perdido legitimidad".
Por ello, dijo, los vínculos económicos entre Europa y América Latina se han debilitado.
"Cuando nos reunimos en Guadalajara —indicó— la Unión Europea concentraba el 24,8% de las exportaciones y el 20,2% de las importaciones latinoamericanas, mientras que en el 2009, fueron el 13,7% y el 14,0%".
En los noventa, la región absorbió el 12% de la inversión directa de la Unión Europea; en los años cercanos al 2010, se redujo al 6%, precisó.
Por ello, estimó que las relaciones económicas siguen siendo significativamente desfavorables para América Latina, y que están marcadas por la inequidad entre proveedores de materias primas con bajo valor agregado y suministradores de manufacturas.
En términos políticos, dijo que "proliferan las guerras de la OTAN lejos de sus fronteras y se ha consagrado una doctrina militar y nuclear claramente ofensiva" que parece considerar a la región latinoamericana "parte de la periferia euro-atlántica".
Consideró que América Latina y el Caribe viven una nueva época, porque nunca antes había existido de parte de Gobiernos un compromiso más definido y orientado a favor de la justicia social, de la equidad y de la defensa de los intereses soberanos.
Con la constitución de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), dijo, los países de la región han mostrado su determinación de construir un destino común.
La CELAC es "nuestra obra más preciada", agregó.
Afrimó que Cuba está unida a la Península Ibérica por "históricos y especiales vínculos" y que la difícil coyuntura actual plantea una oportunidad singular a España y Portugal para articular una política eficaz y mutuamente enriquecedora hacia América Latina, basada en la relación respetuosa entre soberanos iguales.
Pero advirtió que, cuando América Latina se está dotando se sus propios mecanismos de coordinación, las Cumbres Iberoamericanas anuales no parecen ser ya necesarias.
Finalizó trasmitiendo el saludo a la cumbre de Raúl Castro, quien como gobernante nunca ha asistido a este tipo de citas.
Nueva reunión con García-Margallo
Rodríguez volvió a reunirse este sábado con el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, para analizar asuntos de la agenda bilateral, como el caso del joven español Ángel Carromero, condenado en Cuba a cuatro años de cárcel.
Después de que el jueves García-Margallo solicitara formalmente a Rodríguez la rápida repatriación del dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular de Madrid, el Ministerio de Exteriores ha preferido la discreción y se ha limitado a señalar que en la entrevista se han analizado diversos temas comunes.
Ambas partes guardan así silencio después de que, tras su primera reunión, el canciller cubano señalara que la solicitud española "será debidamente considerada", sobre la base de los acuerdos jurídicos de ambos estados en esta materia.