El subcampeón olímpico Elvis Gregory no conoce a su hija, de esa edad. Otros deportistas como 'El Duque' Hernández no tiene planes de regresar por ahora.
Sydney Gregory tiene 10 años y no conoce a su padre Elvis, subcampeón olímpico de florete en 1992 que abandonó el equipo cubano después del mundial de Portugal en 2002, cuando la pequeña tenía 15 días de nacida. Pero hace poco recibió una gran noticia desde Italia: su papá irá a casa pronto, reporta la AP.
"Estoy muy contenta", expresó la niña. Vestida con el uniforme escolar, la pequeña explicó pausadamente: "mi papá me dijo por teléfono que va a venir, estoy feliz".
Elvis Gregory es en la actualidad entrenador de esgrima para niños de 9 a 13 años en Roma.
Él y otros atletas cubanos que se fugaron durante competencias internacionales en la década pasada ahora podrán visitar la Isla, tras la nuevas medidas migratorias del Gobierno.
"Hace rato que estaba esperando esta medida", explicó Elvis en comunicación telefónica con AP. "Pienso ir a Cuba, pero voy a esperar que se implemente la medida, después me organizo en las vacaciones para ir a ver a Sydney", agregó el esgrimista de 41 años, que también fue dos veces campeón mundial.
Con la nueva ley migratoria "se normaliza la entrada temporal en el país de quienes emigraron ilegalmente después de los acuerdos migratorios de 1994", afirmó Homero Acosta, secretario del Consejo de Estado.
"Los profesionales de la salud y deportistas de alto rendimiento que abandonaron el país luego de 1990" se beneficiarán de la medida, pero solo si hace más de ocho años que salieron de la Isla, explicó Acosta en un programa de la televisión cubana sobre el tema.
El régimen mantiene así sus represalias contra profesionales de sectores clave y atletas que deciden abandonar la Isla, aunque desaparece el carácter indefinido que hasta ahora tenían las mismas.
Menos entusiasmo que Gregory mostró el estelar lanzador Orlando El Duque Hernández, una de las grandes leyendas del béisbol cubano.
Ganador de tres Series Mundiales con los Yankees de Nueva York, Hernández abandonó la Isla abordo de una embarcación en 1997. Con cierta amargura, el pitcher recordó en entrevista telefónica con la AP: "Salí en busca de algo que me habían quitado, me habían suspendido de por vida y yo sin béisbol no tendría vida, por eso le doy las gracias a este país (Estados Unidos) que me acogió".
"Yo nunca deserté", sentenció tras una breve pausa.
El Duque señaló que, por ahora, no tiene planes de regresar a Cuba. "Por el momento, me reservo", expresó.
El tema es muy sensible en la Isla, donde muchas familias quedaron separadas por años y muchos padres sufrieron, como Gregory, represalias que los castigaban a ellos y a sus hijos pequeños.
Según las leyes de La Habana, los emigrados deben "habilitar" su pasaporte cubano para poder entrar en la Isla, una suerte de filtro a través del cual el régimen decide quién puede o no visitar su país y ver a los suyos.
"Elvis va a venir, su familia, sus amigos, mi nieta Sydney, lo van a recibir con los brazos abiertos", expresó con lágrimas en los ojos María Victoria Gil, madre de Elvis Gregory.
Gil ya está preparando su pequeño apartamento en el municipio habanero de Playa. "Voy a arreglarlo para cuando llegue Elvis. Lo esperamos, Sydney es su única hija, para ambos este encuentro va a ser lo más importante de sus vidas".
Algunas personalidades famosas del deporte y de las artes nunca obtuvieron el permiso del Gobierno cubano para entrar a la Isla. Otros sencillamente no lo pidieron, seguros de que su demanda sería rechazada.
Uno de los casos más conocidos es el de la cantante cubana Celia Cruz, quien en 1960 se quedó en México y después vivió en Estados Unidos hasta su muerte en 2003. Siempre lamentó y criticó la decisión del régimen de no darle autorización en el año 1962 cuando falleció su madre para asistir al entierro.
En los últimos 20 años cientos de deportistas de diversas disciplinas han abandonado la Isla.
Ihosvany Hernández, capitán del equipo de voleibol subcampeón mundial y quien abandonó la selección en 2001 junto con otros cinco jugadores, se alegró por la medida.
"Pienso ir, aunque no por ahora, será para el verano y las vacaciones, voy a ir ahorrando dinero", expresó Hernández en un correo electrónico.
Los padres del voleibolista, Estrella Rivera y Jesús Hernández, ya cuentan los días pues no ven a su hijo desde hace cuatro años, cuando fueron a visitarlo a Polonia, donde jugaba.
Rivera dijo que se enteró de la noticia oyendo a Acosta en la televisión. "Me puse nerviosa y contenta, enseguida el teléfono se puso a sonar y no paró en largas horas, eran la familia y los amigos de Ihosvany para decirnos que ya se preparaba la fiesta".