Defendió la dictadura cubana hasta sus últimos días.
Con la muerte del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, fallecido el miércoles a los 104 años, se extingue la última figura emblemática de toda una generación de comunistas en Brasil, informa AFP.
"Sólo quedan dos comunistas en el mundo, Oscar y yo", dijo en 1995 el dictador Fidel Castro, durante una visita a Niemeyer en su atelier frente a la playa de Copacabana.
El diario oficial Granma recordó este jueves que fue "gran amigo de Cuba, de la Revolución y de Fidel".
El brasileño defendió la dictadura cubana hasta sus últimos días.
"Nunca me callaré la boca. Nunca esconderé mis convicciones comunistas. Y quien me contacta como arquitecto conoce mis concepciones ideológicas", insistió hasta el final de sus días Niemeyer, nacido en una familia burguesa de origen alemán, portugués y árabe.
El arquitecto decía en sus entrevistas con la prensa haber "comprendido inmediatamente que hay que cambiar las cosas". "Entré al partido y me quedé (...) Hay que conocer ante todo la vida de los hombres, su miseria, su sufrimiento para hacer arquitectura de verdad".
"Niemeyer fue el último símbolo de toda una generación del movimiento comunista internacional y siempre concilió sus obras con su ideología", declaró a la AFP Yvan Pinheiro, de 66 años, secretario del Partido Comunista de Brasil (PCB).
Fundado en marzo de 1922 y basado en las teorías de Lenin, el PCB permaneció hasta 1945 en la clandestinidad, cuando Niemeyer se afilió al mismo. El PCB volvió a la clandestinidad en la dictadura (1964-1985), cuando sus intelectuales fueron forzados al exilio.
"Durante el golpe de Estado estaba en el extranjero a causa de mi trabajo. Me acuerdo que (el escritor y entonces ministro de Cultura André) Malraux obtuvo de De Gaulle un decreto que me permitió trabajar en Francia", recordó el arquitecto en una entrevista con el diario francés L'Humanité en 2006.
En Francia, Niemeyer dejó su huella con una veintena de obras de las 600 que diseñó y construyó en el mundo entero, entre ellas la sede del Partido Comunista en París.
"Al final, (Niemeyer) estaba por encima del partido. No seguía forzosamente sus consignas a la hora de votar", declaró Pinheiro, para quien el PCB fue "un gran partido que en los años '90 casi se apaga con la crisis de la Unión Soviética".
El escritor Jorge Amado (1912-2001), autor de 50 novelas traducidas a 54 idiomas y a quien el comunismo marcó la primera fase de su literatura, el militar y político Carlos Prestes (1898-1990) y el piloto de la Fuerza Aérea Apolonio de Carvalho (1912-2003), ex miembro de las Brigadas Internacionales y de la Resistencia francesa, fueron junto a Niemeyer los "símbolos del comunismo en Brasil", recordó el secretario del PCB.
Aunque ateo y comunista, Niemeyer tenía fascinación por las iglesias. Su primer gran trabajo fue justamente la iglesia de la Pampulha, en Belo Horizonte (Minas Gerais), terminada en 1943 y una de sus preferidas.