El abogado José María Viñals, director de Operaciones Internacionales del despacho Lupicinio Abogados, es uno de los pocos extranjeros que pudo asistir al juicio al español Ángel Carromero en Bayamo, en octubre pasado.
Según el diario español El País, Viñals se encargó de coordinar la defensa de Carromero. No obstante, el español fue defendido en el juicio por profesionales cubanos, como establecen las leyes de la Isla.
Carromero "tuvo un juicio justo y con garantías de conformidad con la normativa cubana. Cuestión distinta es que desde una perspectiva occidental lo haya sido o no", dijo Viñals al diario.
"Por ejemplo, el derecho cubano no permite que el acusado pueda presentar su propio peritaje o tener acceso a las pruebas. Por tanto, hemos tenido que ceñirnos a la instrucción que había coordinado la fiscalía. Se puede hablar por eso de un juicio con las garantías que ofrece el derecho cubano. Se han cumplido plazos y formalidades", explicó.
Añadió que la defensa tenía motivos para recurrir la sentencia de cuatro años de cárcel impuesta a Carromero.
"La decisión de no recurrir la toma el propio Ángel. Entendimos que, por encima de una batalla legal de duración desconocida, preferíamos agilizar los trámites [de retorno a España] por la vía de la expulsión o del convenio de cumplimiento de condena de 1998, como así ha sido", indicó.
En cuanto al accidente y sus causas, Viñals recordó que Carromero dijo que "iba a una velocidad de cerca de 90 kilómetros por hora cuando pierde el control del coche".
"No hemos podido reconstruir los hechos porque no hemos tenido acceso al vehículo ni a las demás pruebas", añadió.
Las autoridades de la Isla afirman que el español iba a exceso de velocidad cuando ocurrió el suceso en el que perdieron la vida los opositores Oswaldo Payá y Harold Cepero.
Interrogado sobre si hubo otro coche implicado, como afirma la familia de Payá, Viñals respondió: "Yo no tengo elementos para llegar a ninguna conclusión y el propio Ángel dice en su comparecencia ante el juzgado que no se acuerda".
El abogado calificó de "digno" el trato recibido por Carromero en la Isla.
Ante una pregunta sobre el video difundido por las autoridades cubanas en el verano pasado, en el cual el español se autoinculpaba, Viñals dijo: "Eso fue antes de que nos designase como abogados, cuando no tenía a nadie que le pudiera asesorar, no sabemos hasta qué punto se pudo sentir libre... luego no hubo más vídeos".
El abogado admitió haber sentido alivio después de que la Fiscalía cubana decidiera no imputar delito político a Carromero por reunirse con disidentes.
"Son penas mucho más abultadas y no habría podido aplicarse el convenio" entre La Habana y Madrid, que ha permitido que el español sea trasladado a España para que cumpla el resto de su condena en su país.
Viñals aseguró que hará lo posible para que se conceda a Carromero "la mejor de las modalidades del tercer grado", que le permitiría salir de prisión.
Tampoco descartó la posibilidad de pedir un indulto para su cliente.
Si le fuera concedido el tercer grado Carromero solo tendría que ir a dormir al centro penitenciario de domingo a jueves, y podría pasar el fin de semana en su domicilio.
Otra posibilidad es que sea sometido a controles telemáticos, lo que le evitaría tener que pernoctar en prisión.